En El Aleph de Luis Borges; en la biografía de Tadeo Isidoro Cruz leí algo muy relevante (o al menos eso creo) a lo que escribí (mediocremente, de ninguna manera me estoy comparando a Borges) en un post de este blog.
Me refería con ello al punto en la vida/muerte de las personas del que se desprende el resto de ella; ese del que parte la historia propia y que por lo general tiene la costumbre de ser un punto de referencia ya sea en retrospectiva o viendola hacia adelante también; divide lo que se es de lo que se fué; lo que se es de lo que se será, y en una que otra ocasión, lo que se fué antes de lo que se fué después.
Claro, nunca hubiera podido yo describirlo con una gracia tan atípica y tan serenamente filosa como la de J.F.I.L.B.A., aparte del hecho de que ademas de estar basado en una experiencia/emoción personal, lo escribí como tal. Me es muy difícil (si no imposible) trasladarlo a una historia ficticia en la que no me incluyo más que en pensamientos. Pero bueno, para eso existen ellos; para que los demás como nosotros nos demos cuenta, después de su capricho, de que cada sensación ya ha sido experimentada, racionalizada y digerida, y que no hay nada de original en ella. Bueno, no hay nada original más que en la forma de expresarla (yo no, y ya siendo honesto, no creo que quién lea esto tampoco).
Habiendo dicho ya todo esto, aquí esta la mencionada y admirada como el sol al mediodía (espero haber soñado todo eso del plagio y de la propiedad intelectual):
"Cualquier destino, por largo y complicado que sea, consta en realidad de un solo momento: el momento en que el hombre sabe para siempre quién es."
Jorge Luis Borges, El aleph, 1949.
Me refería con ello al punto en la vida/muerte de las personas del que se desprende el resto de ella; ese del que parte la historia propia y que por lo general tiene la costumbre de ser un punto de referencia ya sea en retrospectiva o viendola hacia adelante también; divide lo que se es de lo que se fué; lo que se es de lo que se será, y en una que otra ocasión, lo que se fué antes de lo que se fué después.
Claro, nunca hubiera podido yo describirlo con una gracia tan atípica y tan serenamente filosa como la de J.F.I.L.B.A., aparte del hecho de que ademas de estar basado en una experiencia/emoción personal, lo escribí como tal. Me es muy difícil (si no imposible) trasladarlo a una historia ficticia en la que no me incluyo más que en pensamientos. Pero bueno, para eso existen ellos; para que los demás como nosotros nos demos cuenta, después de su capricho, de que cada sensación ya ha sido experimentada, racionalizada y digerida, y que no hay nada de original en ella. Bueno, no hay nada original más que en la forma de expresarla (yo no, y ya siendo honesto, no creo que quién lea esto tampoco).
Habiendo dicho ya todo esto, aquí esta la mencionada y admirada como el sol al mediodía (espero haber soñado todo eso del plagio y de la propiedad intelectual):
"Cualquier destino, por largo y complicado que sea, consta en realidad de un solo momento: el momento en que el hombre sabe para siempre quién es."
Jorge Luis Borges, El aleph, 1949.
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